XIII Congrés d'Antropologia - Perifèries, Fronteres i Diàlegs

Temàtica - Éticas para la práctica profesional antropológica: diálogos, fronteras y dilemas

Coordinan: Jiménez de Madariaga, Celeste (ASANA) Suárez Navaz, Liliana (IMA) y Carro-Ripalda, Susana (Ankulegi)

Contacto: celeste@uhu.es; liliana.suarez@uam.es;susana.carro-ripalda@durham.ac.uk

 

Listado de las propuestas aceptadas de este simposio. En el listado sólo consta el primer firmante de la propuesta.

 

El pasado febrero 2013 dimitía de la Academia Nacional de Ciencias (ANC) estadounidense Marshall Sahlins. Miembro de esta prestigiosa institución científica como antropólogo profesional, su dimisión se basa en la idea de que nuestra disciplina debe marcar claras fronteras éticas en su código deontológico. De que no es suficiente la referencia a la ”ciencia” para resolver los dilemas éticos de la investigación científica contemporánea. Las discrepancias de Sahlins aducían a dos cuestiones concretas que consideraba éticamente intolerables: primero, el nombramiento de Napoleon Chagnon en la ANC, antropólogo envuelto en una larga controversia debido a sus perturbadoras prácticas de investigación entre los Yanomami y a las cuestionables justificaciones científicas de su trabajo; y segundo, por la vinculación de la Academia con proyectos militares.

En nuestra opinión, Sahlins tomaba esta polémica decisión no sólo individualmente, sino respaldado por el diálogo abierto en la comunidad antropológica americana sobre los nuevos retos éticos de nuestra práctica profesional. Esta invitación al diálogo, planteado desde una posición autocrítica y comprometida con el bienestar y la libertad de los colectivos con los que trabajamos, es necesaria para enfrentar la debilidad de la disciplina en esta era neoliberal y poscolonial, donde predominan los recortes de las ciencias no cuantitativas y se hace imprescindible la legitimación cientifista frente a políticas antisociales.

El ejercicio profesional de la Antropología, su proyección en los ámbitos de la investigación, académicos y docentes, derivan en situaciones particularmente complejas y, en ocasiones, difíciles de afrontar. Como otras disciplinas científicas, propias de las Ciencias Sociales, las imbricaciones de los sujetos sociales tanto en las investigaciones como en los objetivos de los empleadores, pueden conllevar importantes dilemas sobre lo adecuado o no de ciertas prácticas, diversidad de visiones sobre lo que deben ser comportamientos apropiados, conflictos de intereses, y diferentes lógicas que incluso pueden estar enfrentadas. En mismo hecho de reconocer que puede no existir una perspectiva unívoca, supone ya un importante avance.

En este contexto, nuestra propuesta de simposio parte de la creencia de que el diálogo intradisciplinar fortalecerá nuestro posicionamiento en el campo científico, optando por equilibrar dialógicamente ética y ciencia. La experiencia acumulada de la antropología posibilita el reconocimiento de potenciales actuaciones perjudiciales en su aplicación. Es, sin duda, responsabilidad de los antropológos y antropologas prever y evitar las consecuencias no deseadas de su actividad. Este simposio plantea entre sus objetivos consensuar y proporcionar pautas que puedan servir de guía ante tales dilemas, mediante la reflexión compartida. Se trata de abrir nuevos espacios de diálogo sobre los dilemas y las condiciones éticas de una práctica profesional antropológica, desde la pluralidad de las ”éticas discursivas”, entre las múltiples sensibiblidades y experiencias etnográficas. ¿Cómo afrontamos éticamente las nuevas posiciones de profesionalización de la antropología? ¿Qué implica éticamente la intervención antropológica en la esfera pública de manera más rotunda? ¿En qué medida hemos equilibrado o bien conflictuado entre los intereses a veces contradictorios de los sujetos involucrados en nuestras investigaciones? ¿Cuáles han sido los espacios de diálogo para debatir malas prácticas y crear opciones para evitarlas? ¿De qué manera estamos formando en las universidades a los futuros antropólogos en una vigilante mirada ética en la compleja situación etnográfica, en tanto trabajamos a menudo en lugares periféricos o con grupos marginados, cuya única defensa puede ser la integridad del investigador?

El simposio invita a recolocar las dimensiones éticas en un primer plano del debate científico antropológico, algo que se enmarca también en un propósito que las propias asociaciones de antropología del estado español están demandando: la declaración de un ”Código Deontológico” o ”Manifiesto de Responsabilidades Profesionales”, que pueda servir como marco de referencia y declaración de principio sobre la Antropología en España. Este es el propósito que se ha marcado la FAAEE a partir de la última Asamblea General, por lo que este foro de debate en el XIII Congreso de Antropología a celebrar en Tarragona resulta especialmente pertinente. Asimismo, la temática del simposio se adecua al lema propuesto por la Organización del Congreso: ”Periferias, Fronteras y Diálogos”, en tanto el tema de la ética profesional de la antropología ha ocupado una posición periférica entre los intereses y preocupaciones de la Antropología Española. Por todo, es este Congreso el contexto apropiado para abrir un espacio de diálogo al respecto y no demorar más el abordaje de una cuestión fundamental para la práctica y la profesionalización de la antropología española.

Mediante este simposio se convoca a antropólogos y antropólogas a presentar textos que pueden ser objeto de debate teórico-metodológicos y de intercambio de conocimiento sobre temas tales como:

- Derechos de antropólogos y antropólogas

- Responsabilidades de antropólogos y antropólogas

- Ejemplos concretos sobre experiencias tenidas.

- Consideranciones sobre las responsabilidades con informantes y colaboradores de la investigación (sujetos antropológicos).

- Argumentos sobre la ética en la disciplina y la comunidad antropológica

- Reflexiones sobre las actuaciones hacia las entidades financiadoras (los proveedores de fondos para investigar, públicos o privados).

En definitiva, invitamos, al menos, a dos tipos de participación. En primer lugar elaboraciones epistemológicas, históricas, metodológicas y políticas sobre la compleja relación actual entre ética y antropología en nuestro entorno. En segundo lugar relatos de experiencias concretas que sirvan para ir sistematizando de manera inductiva los dilemas éticos surgido por los antropólogos y antropologas en su trabajo de campo y en el trabajo de investigación en general. Ambos tipos de participación, reflexiones y experiencias, serán igualmente considerados como parte de un necesario esfuerzo colaborativo para entender el predicamento ético de nuestra profesión.

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